Personas con Historia

Perfiles de personajes históricos que merece la pena conocer

John Kennedy Toole, el escritor devorado

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Con un solo libro publicado, John Kennedy Toole (1937-1969) es un escritor de culto, padre de una de las obras cumbres de la literatura norteamericana y ganador de un prestigioso Premio Pulitzer. Publicada en 1981, la novela con su enorme éxito le devolvió a Toole la vida que le había quitado 12 años antes, en 1969; porque "La conjura de los necios", a su autor, se lo comió vivo
: enamorado de la historia y de los personajes que había conseguido crear, atrapado como solo puede atrapar aquello que nace de uno mismo, la frustración por no poder publicarla le llevó a quitarse la vida a los 32 años de edad, exasperado, paranoico y deprimido, incapaz de seguir viviendo después de haberla abandonado en un cajón.

De ese cajón la rescató su madre y consiguió que fuera publicada tras acosar (literalmente) a distintos editores durante meses, impulsada por su tenacidad y por su obsesión hacia el hijo, una obsesión que marcaría la vida de John Kennedy Toole tanto como "La conjura.." marcó su muerte.

Toole nació en Nueva Orleáns en 1937, cuando su madre, Thelma, de 36 años de edad y 12 de casada, ya se había resignado a no tener descendencia. A partir de entonces su hijo fue el único motor de su vida, y su energía, que era mucha, se dedicó en exclusiva a su cuidado, a su protección, a la adoración fanática de su persona. Le proporcionó una excelente educación, que él, buen estudiante, aprovechó graduándose y doctorándose en filología inglesa, pero a cambio tuvo que subyugarse a ella, renunciar a cualquier relación: con amigos, con mujeres e incluso con su propio padre, y soportar que donde quiera que fuese ella estuviera allí, siguiéndole a todas partes. Incluso cuando residió en Nueva York para cursar un máster en Literatura o durante sus primeros trabajos como docente en la Louisiana rural.

La oportunidad de su vida le llegó en 1961 cuando fue llamado a filas y enviado a Puerto Rico, para acabar ejerciendo de profesor de inglés de los reclutas hispanos. Allí comenzó a escribir "La conjura de los necios"; la Armada norteamericana le dio todo lo que necesitaba para explotar su talento: tiempo libre, manutención y un lugar físicamente vetado a su madre.

Finalizado este periodo de excepcional felicidad, con medio libro ya escrito y completamente enamorado de su historia, en 1963 regresó con sus padres a Nueva Orleáns. Renunció a conseguir un trabajo prestigioso en alguna Universidad y a vivir en otra ciudad más grande y cosmopolita, a cambio de disponer de algo parecido al ambiente del que había disfrutado en Puerto Rico para poder terminar su novela. Apostó por ella mientras se consumía dando clases de literatura en un colegio femenino, a la sombra de Thelma, con la que comenzó a compartir la afición de ella por el alcohol, y agobiado por los problemas económicos de una familia que dependía de sus precarios ingresos.

Llevaba tiempo resbalando suavemente por la pendiente de la depresión cuando terminó y envío el manuscrito de "La conjura de los necios" a una editorial, que tras una inicial respuesta entusiasta, declinó publicarlo, aduciendo que la novela "no trataba de nada", e iniciando una relación con Toole de varios años en los que el manuscrito fue reescrito y vuelto a enviar hasta en tres ocasiones. Hasta su rechazo final, no por motivos literarios, sino porque los editores no se atrevieron con una novela que era una sátira descarnada, crudísima, contra la sociedad, la hipocresía y la democracia norteamericana.

La correspondencia entre la editorial y Toole desvela la fragilidad del autor en sus últimos años. En ella dice tener una parte de su alma en la novela, poder "ver y oir a los personajes" e incluso haber comenzado "a hablar y a comportarme como Ignatius" (el protagonista de "La conjura.."). Y efectivamente, sumido ya completamente en el alcoholismo, cada vez más gordo, amargado y paranoico, perdida su brillantez y coherencia, fue incluso expulsado del trabajo acusado de "comunista" por sus diatribas durante las clases.

Y poco después, en enero de 1969, huye de casa tras una discusión con su madre. Convencido de que la oportunidad para su obra, y ya por extensión, para su vida, había llegado y se había ido, inicia un periplo en coche por el país del que nada se sabe, hasta que en marzo de ese año aparece muerto en el interior de su coche, en una carretera secundaria de Mississippi.

John Kennedy Toole dejó una nota de suicidio que su madre destruyó sin revelar jamás su contenido. Como en otras ocasiones, ella tenía un plan mejor.

6 Comments

  1. Que interesante... ¿Que pasaría durante su viaje en solitario? ¿Que habría en la nota de suicidio? Nada agrable para su madre, me imagino. Si la madre hubierta tenido un motel esto hubiera acabado como Psicosis...

  2. Pues por los recibos de gasolina encontrados en la guantera del coche, se sabe que fue a la costa oeste, después a Georgia a un pueblo donde está la tumba de la escritora Flannery O'Connor, y de ahí volvía en dirección a Nueva Orleans cuando paró é hizo lo que hizo. También es interesante compararalo con el final de la novela, pero si digo algo ya sería un SPOILER (que por otra parte, está súper de moda) :D

  3. Tendría que refrescarme un poco la novela que la leí hace muuuuuucho :)

  4. Pues ahí la tienes, en pdf, para que te la puedas leer incluso mientras haces como que trabajas ;)

  5. Hola. Sugiero que revisen este documental: http://www.jktoole.com/viewthefilm.html . Y sí, los dos finales convergen. Huida vida, regreso muerte. Cómo olvidar el par de manazas que sellan la historia.

  6. Efectivamente, los necios se conjuran mucho Y descansan muy poco